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El mantenimiento de un vehículo puede ser bastante sencillo o todo lo elaborado que quieras. Nosotros vamos a proponer en este artículo las acciones más sencillas que cualquier persona (interesada o no en el mundo del motor) debe realizar a su coche para que dure el máximo tiempo posible. Antes de realizar un viaje largo, también conviene repasar estos puntos.
Dependiendo del aceite que se emplee, cada 5.000 kilómetros o cada 3 meses se debe cambiar este lubricante. De todas formas, mejor sigue las pautas del fabricante o de tu mecánico.
Hay diferentes tipos: El filtro de aceite (dura unos 15.000 kilómetros o 1 año). El de aire (revisar cada 6 meses, su estado depende de por dónde circule el coche). De combustible (cambiar cada 60.000 kilómetros o 4 años). Y de habitáculo (éste es para el aire que respiramos, cambiar anualmente).
Comprobar que la presión es la indicada por el fabricante del vehículo, así como el dibujo. Estudiar posibles deformaciones o desgastes irregulares. Cada año o 15.000 kilómetros deberían revisarlos un especialista.
Cada 2 años como mucho hay que cambiar este líquido, pues se deteriora más con el tiempo que con los kilómetros.
Es importante verificar el estado de las escobillas y la existencia de líquido para el limpiaparabrisas. Si las temperaturas son bajas, este líquido deber ser anticongelante.
Como siempre, mejor seguir indicaciones de fabricante. Para tener una idea aproximada, es necesario cambiarla cada 6 años o 100.000 kilómetros. Una rotura sería mucho más costosa a posteriori, así que en este caso concreto te recomendamos especialmente su renovación antes de que sea demasiado tarde.
Un especialista debe comprobarlos cada 15.000-20.000 kilómetros, pues muchas veces pueden tener determinados defectos imperceptibles para quien conduce el vehículo.
Comprobar con frecuencia y sustituir aquellas lámparas que ya no funcionen. De esta forma podrán vernos en situaciones de poca visibilidad y evitar accidentes innecesarios.
Hay más tareas de mantenimiento. Como indicábamos al inicio, tantas como se quiera. Lo importante es tener la tranquilidad de que nuestro vehículo es seguro. Y para eso, nada mejor que visitar a nuestro mecánico, que puede revisar cada uno de los aspectos aquí nombrados y muchos más.
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